"El cerebro fue diseñado para la fe", afirma Augusto Cury en estudios sobre neurociencia.
- Cielos Abiertos Tu Radio
- 5 nov
- 3 Min. de lectura

Basándose en décadas de investigación en neurociencia , afirma que existe evidencia de un "código divino" inscrito en la mente humana.
A lo largo de la presentación, describe siete revelaciones científicas, basadas en estudios sobre la oración, la meditación, el ayuno, la música, la comunidad de fe y la esperanza, que están llevando incluso a los ateos a reevaluar sus creencias.
"Descubrieron que sus cerebros estaban literalmente diseñados para conectarse con Dios", afirma, comentando sobre la investigación de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) realizada a personas en oración y meditación.
Según el psiquiatra, no es necesario un volumen extremo de estas prácticas para que aparezcan cambios. Menciona estudios que señalan transformaciones mensurables después de ocho semanas de oración contemplativa, 20 minutos al día: una disminución en el tamaño de la amígdala (una región vinculada al miedo y la ansiedad), un engrosamiento de la corteza prefrontal (autocontrol y toma de decisiones) y un aumento en el hipocampo (memoria y aprendizaje).
«Cuando la Biblia dice “sed transformados mediante la renovación de vuestra mente”, no se trata solo de una metáfora», afirma. Para él, la neurociencia es simplemente «traducir a lenguaje técnico» algo que la espiritualidad ya enseñaba.
'Siete revelaciones científicas'
Descubre las “siete revelaciones científicas” sobre la relación entre la fe, la espiritualidad y el funcionamiento del cerebro humano:
1. Experiencias espirituales y el cerebro : Estudios de neuroimagen muestran que, durante la oración o la meditación profunda, el lóbulo parietal superior —el área que separa el «yo» del mundo— reduce su actividad, generando una sensación de unidad con Dios o el universo. Para Cury, esto revela que el cerebro fue diseñado para experimentar lo espiritual, no solo para imaginarlo.
2. El poder de la oración y la neuroplasticidad : Las investigaciones indican que la oración contemplativa reprograma físicamente el cerebro: reduce la actividad de la amígdala (miedo y ansiedad), fortalece la corteza prefrontal (autocontrol) y aumenta la del hipocampo (memoria). Según Cury, «la oración transforma literalmente la mente».
3. La molécula de Dios (DMT) – El cerebro produce de forma natural la sustancia DMT, asociada a experiencias espirituales intensas, sobre todo durante el sueño profundo. Cury relaciona esto con los sueños y visiones de personajes bíblicos, interpretándolo como un mecanismo creado por Dios para la comunicación entre dimensiones.
4. Ayuno y reprogramación cerebral : El ayuno activa la autofagia , un proceso que elimina toxinas y estimula el crecimiento de nuevas neuronas. Para Cury, esta práctica funciona como un «reinicio» neurológico que renueva la mente y el espíritu, lo que explica la claridad mental y el fortalecimiento espiritual descritos en la Biblia.
5. La adoración y la química de la alegría : La música y la adoración intensa activan todas las áreas del cerebro y liberan dopamina, serotonina, oxitocina y endorfinas, sustancias relacionadas con la alegría, la paz y la conexión. Cury afirma que la adoración genuina modifica la química cerebral y genera bienestar físico y emocional.
6. Comunidad y propósito : Participar en una comunidad de fe fortalece el cerebro y prolonga la vida. Estudios de Harvard demuestran que los creyentes viven, en promedio, siete años más. Cury explica que la pertenencia, el apoyo mutuo y un sentido de propósito protegen contra el estrés, la soledad y el deterioro cognitivo.
7. Esperanza y sanación : La esperanza basada en la fe activa la corteza prefrontal y regula el sistema nervioso, reduciendo el estrés y fortaleciendo el sistema inmunitario. Para Cury, la fe y la esperanza en Dios son fuerzas neurológicas reales que impulsan la recuperación y mantienen la salud emocional.








Comentarios