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El presidente de El Salvador afirma que la disminución de las pandillas es resultado de la oración: "Guerra espiritual"

  • Foto del escritor: Cielos Abiertos Tu Radio
    Cielos Abiertos Tu Radio
  • 27 nov
  • 2 Min. de lectura
Durante décadas, El Salvador fue conocido como la “capital mundial del crimen” debido a las pandillas que aterrorizaban a la población.
Durante décadas, El Salvador fue conocido como la “capital mundial del crimen” debido a las pandillas que aterrorizaban a la población.

Las facciones MS-13 y Barrio 18 controlaban zonas urbanas y rurales, incluida parte de la capital, San Salvador. 

En su apogeo, ambas facciones contaban con hasta 70.000 miembros. Los criminales eran temidos por sus métodos crueles y se enriquecían extorsionando a los comerciantes locales; se estima que este delito perjudicó el 16% del PIB nacional.

Tras ganar las elecciones presidenciales de 2019, Nayib Bukele inició el “Plan Control Territorial”, con el objetivo de combatir la criminalidad y reducir el número de asesinatos.

El presidente declaró el estado de emergencia y realizó detenciones masivas, con más de 80.000 presuntos pandilleros capturados.

El plan del presidente Bukele redujo la tasa de homicidios de 36 a 1,9 por cada 100.000 habitantes. Esta tasa es la más baja de Latinoamérica y más de diez veces inferior a la de Brasil.  


En una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, afirmó que el éxito de su "guerra" contra las facciones se debió al fortalecimiento de la policía y a la duplicación del tamaño del ejército, pero que la verdadera clave era la oración.

Según el presidente, pacificar El Salvador fue un milagro y su principal estrategia para combatir a las pandillas fue la oración.

En pocas semanas, el país se transformó. El verdadero secreto fue la oración. Nuestra impresionante victoria se debe a que ganamos la guerra espiritual muy rápidamente, testificó.

Bukele recordó estar en su oficina en la madrugada, observando lo que sucedía y tratando de decidir qué hacer "porque cuando quieren crear terror, pueden atacar a cualquiera" y tenían "6 millones de objetivos posibles".

"Era una tarea imposible, porque teníamos que perseguirlos, y estaban dispersos entre la población por todas partes, matando al azar. Intentamos pensar qué hacer y dije: 'Estamos ante una misión imposible. Así que oramos'", reveló.


 
 
 

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