Encuestas muestran un retroceso de la ‘agenda progresista’ en EE.UU.

El apoyo de ciudadanos de EE.UU. al “matrimonio homosexual” ha caído 17 puntos porcentuales en los dos últimos años.

Una de las constantes de las sociedades modernas es que las mal llamadas “causas progresistas” van ganando terreno continuamente y sin retroceso. Las novedades morales que este denominado progresismo abandera, desde el aborto hasta el “matrimonio de parejas del mismo sexo” o el transgenerismo, parecen avanzar inexorablemente sin que cualquier oposición tenga resultado.

Peo dos encuestas recientes realizadas en Estados Unidos revelan que este falso progresismo no es inevitable.  El apoyo al “matrimonio del mismo sexo” en EE. UU. está disminuyendo de forma clara y rápida en los dos últimos años, aunque sea mayoría quienes lo apoyan.

El “factor Trump” y la agenda transgénero

Parece indudable que el factor Trump ha tenido mucho que ver. Las dos presidencias de Donald Trump han movido la ventana de Overton con respecto a muchos temas. Dicha ventana es una herramienta conceptual que designa el conjunto de opiniones que resultan admisibles en sociedad en un momento dado.

En efecto, bajo el actual presidente norteamericano, aunque a menudo imprevisible y políticamente incorrecto, se ha producido que opiniones que antes resultaban inaceptables se hayan normalizado, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. La opción de libertad de expresión y pensamiento en aspectos que eran un tabú ha hecho que muchos han perdido el miedo a ser políticamente incorrectos y han puesto en la agenda social sus posicionamientos llevando a liberarse de una tiranía del pensamiento único e influido al conjunto de la sociedad.

Otro factor importante, sin duda, ha sido la reacción social en contra de la agenda transgénero en Estados Unidos. La fuerte contestación ante la participación de hombres biológicos en deportes femeninos y, sobre todo, los “cambios de género” o transiciones en niños (incluso en contra o a escondidas de sus padres) han supuesto una fuerte reacción de gran parte de la sociedad en contra de toda la agenda de género. De hecho, no son pocos los homosexuales que piden que se elimine la T (de transexual) de la famosa sigla LGTB, considerando que los transexuales podrían estar haciéndoles perder el apoyo de la mayoría de los ciudadanos.