Joven en Uganda es asesinado un día después de reconocer a Jesús tras abandonar el islam.

En un trágico y reciente episodio de persecución religiosa, un joven ugandés de 19 años, Shafiki Wasike, fue asesinado por su propio hermano apenas un día después de haberse convertido al cristianismo y abandonar el islam en la ciudad de Mbale, al este de Uganda.

El suceso ocurrió el 1 de septiembre, cuando Akram Kairoki, estudiante de secundaria, apuñaló mortalmente a Wasike mientras ambos se dirigían a la escuela. Testigos relatan que, herido de muerte, Wasike llegó a decir: “¿Por qué mi hermano me haría esto? Yo no le hice nada. Solo decidí seguir la fe cristiana”.

Según detalló el pastor David Wabomba (ministerio Bible Evangelism), el joven había entregado su vida a Cristo durante un evento evangelístico público el 31 de agosto, mostrando mucha alegría y disposición para aprender de la fe cristiana.

Un testigo musulmán del evento alertó al hermano de Wasike sobre su conversión. Pronto, el ambiente familiar se volvió hostil y Kairoki amenazó a Wasike, acusándolo de deshonrar tanto a la familia como a la comunidad musulmana, y exigiéndole que renunciara a Jesús.

La noche anterior al crimen, el agresor reiteró que no aceptaría dos religiones en su casa y exigió a Wasike negar su nueva fe. Al no ceder, Kairoki lo atacó por la mañana, asestándole dos puñaladas, una en el pecho y otra cerca de las costillas, acción presenciada por otros estudiantes que intentaron socorrer a la víctima.

Wasike fue trasladado de urgencia al hospital, pero no sobrevivió a sus heridas. El asesino intentó huir, pero fue capturado días después por la policía y acusado formalmente de asesinato; espera juicio en Busolwe, distrito de Butaleja.

En el funeral celebrado en la aldea de Kabwagasi, varios familiares y vecinos musulmanes se negaron a participar en el sepelio, tachando al joven de “infiel”. El pastor Wabomba dirigió el servicio y denunció que este es solo uno de muchos casos de cristianos perseguidos en el este de Uganda, donde el islam tiene mayor presencia (alrededor del 12% de la población).

Aunque la Constitución de Uganda protege la libertad religiosa, incluidos el derecho a compartir el evangelio y a convertirse, estas garantías no siempre se cumplen en la práctica, especialmente en regiones con fuerte presencia islámica.