Hallan inscripción de 2.700 años de antigüedad que confirma relatos bíblicos de Reyes y Crónicas.
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El hallazgo, realizado en las excavaciones cercanas al Muro Occidental del Monte del Templo, refuerza la veracidad histórica de los relatos bíblicos sobre las relaciones entre el Reino de Judá y el imperio asirio mencionadas en los libros de Reyes y Crónicas.
Según la Autoridad de Antigüedades de Israel, la pieza perteneció a una bulla real, un sello usado para autenticar correspondencia oficial entre Asiria y Judá, y menciona “el primer día del mes de Av” y a un “oficial del carro”, título de alto rango en los registros antiguos.
La arqueóloga Moria Cohen, quien halló la pieza durante el proceso de tamizado húmedo en el Parque Nacional del Valle de Tzurim, expresó su asombro: “Cuando entendí que no era decoración sino escritura cuneiforme, grité de emoción. Pensar que soy la primera persona en tocar esto después de 2.700 años es un privilegio único”.
La Dra. Ayala Silberstein, directora de la excavación, explicó que el hallazgo ofrece evidencia directa de una comunicación oficial entre Asiria y Judá: “Este lugar servía a altos funcionarios y ministros, lo que confirma la importancia administrativa de Jerusalén en esa época”.
El análisis sugiere que la pieza podría haber sido enviada durante los reinados de Ezequías, Manasés o Josías, cuando Judá aún era un reino vasallo del imperio asirio.
El ministro de Patrimonio de Israel, Amichai Eliyahu, destacó: “Es una prueba impresionante del estatus de Jerusalén como capital del reino de Judá hace 2.700 años y de su vínculo con Asiria, tal como se describe en la Biblia”.
Añadió que el descubrimiento “ilustra nuestras profundas raíces en Jerusalén, el corazón espiritual y nacional del pueblo judío”.
El hallazgo refuerza también la fiabilidad arqueológica de los textos bíblicos, mostrando convergencia entre evidencia material y lo registrado en las Escrituras sobre la diplomacia y los tributos exigidos por Asiria.
Este descubrimiento respalda la autoridad y precisión histórica de la Biblia, confirmando que los relatos de Reyes no son mitos, sino documentos cimentados en hechos históricos reales. Las referencias a los reinados de Ezequías y Manasés coinciden con los pasajes de 2 Reyes 18–20 y 2 Crónicas 32, donde se menciona la tensión política y espiritual entre la fidelidad al Dios de Israel y la influencia de potencias extranjeras.








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