Médicos sugieren aborto por malformación y bebé nace perfecto: 'La última palabra la tiene Dios'
- Cielos Abiertos Tu Radio
- 9 oct
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Una bebé diagnosticada con una afección que impide su desarrollo y que a menudo provoca abortos espontáneos ha superado todos los pronósticos desde su nacimiento. Hoy, sus padres afirman que lo que antes era imposible se ha convertido en un testimonio del poder de Dios.
El 15 de junio de 2023, Sara y Guilherme Machado recibieron la noticia de que iban a ser padres. La primera ecografía mostró que todo estaba bien y, poco después, descubrieron que esperaban una niña, Sofía.
La alegría inundó a la familia hasta el segundo examen: "Sentí que algo andaba mal. Durante el examen, el médico guardó silencio durante un buen rato y puso caras de preocupación", contó Sara en Instagram.
El diagnóstico fue ausencia total de líquido amniótico, condición que impide el desarrollo de los órganos del bebé.
"La doctora nos explicó las consecuencias: malformaciones renales y cardíacas, labio hendido y un posible síndrome raro. Dijo que el embarazo probablemente no duraría más de seis meses o que lo interrumpirían esa misma semana", recordó la madre.
"Y mientras hablaba de estas consecuencias, recuerdo haber levantado la vista en silencio y haber pensado: 'Mi hija va a ser un milagro'. Y después de explicarlas, nos orientó, nos aconsejó que nos despidiéramos de Sofía, porque probablemente mi embarazo ya estaba siendo interrumpido", añadió.
Señales del milagro
En un vídeo, Guilherme dijo que aunque eran cristianos y creían en Dios, estaban preocupados y no sabían qué hacer.
“Para colmo, ese mismo día fue la primera vez que escuchamos o nos sugirieron interrumpir el embarazo y realizar un aborto”, dijo.
Aunque les dijeron que "se despidieran del bebé", la pareja se negó a interrumpir el embarazo . Se unieron a los padres y al pastor de su iglesia en una campaña de oración por la vida de Sofía.
"A partir de ese momento, nuestras vidas cambiaron por completo. Cada dos semanas, teníamos citas de alto riesgo en nuestro hospital local", relató el padre.
Cada vez que iban al hospital, escuchaban pronósticos desalentadores para su hija. Sin embargo, las pruebas demostraron que el milagro de Dios también se estaba desarrollando:
“Cada vez que íbamos, podíamos oír los latidos de su corazón y siempre latía con fuerza”, dijo el padre.
Con el paso de los meses, comenzaron a aparecer señales del milagro. Durante una ecografía morfológica, el médico se sorprendió al ver que la vejiga de Sofía funcionaba.
El médico dijo: "A veces hay cosas que la medicina no puede explicar, y este caso es una de ellas. No sé qué está pasando". Dijo que no había nada más malo en los órganos, que las ecografías anteriores no reflejaban al mismo niño en ese momento", dijo Sara.
Una semana después, un ecocardiograma también confirmó que el corazón de Sofía estaba sano.
'Nacido perfecto'
El 26 de noviembre, con sólo 29 semanas de embarazo, Sara entró en trabajo de parto en su cocina.
"Cuando la puse en el suelo, la cabeza de Sofía ya estaba emergiendo. Nació en mis brazos. En ese momento, no fui solo yo, sino el Espíritu Santo quien me ayudó a sobrellevar la situación y a hacerla funcionar", dijo Guilherme.
Continuaron: «Aunque solo era el maullido de un gatito, escuchamos el llanto de nuestra hija por primera vez. Poco después, llegaron los servicios médicos de emergencia. Fuimos al hospital y, al llegar, el personal confirmó que, en efecto, era un milagro».
Sofía nació con un peso de 1,3 kg y unas medidas de 34 cm, contrariamente a todos los diagnósticos previos. En el hospital, los médicos confirmaron que no presentaba síndrome, fisura ni malformaciones. Estaba perfecta.
El poder de la oración
Horas después de nacer, Sofía sufrió una insuficiencia respiratoria grave: “El médico dijo que sus pulmones no se habían desarrollado y que probablemente no sobreviviría”, recordó su padre.
Luego de que el médico explicó lo sucedido, un equipo médico compuesto por enfermeras y un psicólogo fue enviado a hablar con los padres en la UCI.
"Dijeron que podíamos cargar a Sofía para despedirnos. La acomodaron en nuestros brazos, y recuerdo estar allí de pie, en silencio, mirándola, ya toda morada y flácida. Nunca me despedí de Sofía. En mi mente, me repetía que no iba a morir, que Sofía era nuestro milagro", dijo Sara.
Sara y Guilherme estaban muy conmovidos, pero seguían contando con el apoyo de su familia y de la iglesia en la oración.
"Esa mañana fue muy difícil. Pero nos unimos como familia en oración para que Dios siguiera obrando milagros en Sofía", relató Guilherme.
A la mañana siguiente, el equipo médico se sorprendió: la saturación, que estaba en 40, había subido a 100:
El pediatra dijo que era otro niño. Sin ninguna explicación médica, nuestro milagro sobrevivió. Dios siguió obrando en el milagro de Sofía.
'La última palabra viene de Dios'
Tras 41 días ingresando y saliendo de la UCI, Sofía recibió el alta de cuidados intensivos neonatales. Sin embargo, poco después, una nueva crisis la llevó de nuevo a la UCI, esta vez con meningitis viral, neumonía e hiponatremia grave.
Los padres informaron que, tras varias pruebas, el informe indicaba que Sofía estaba muerta: «Pero, en realidad, Sofía estaba viva, solo inconsciente. Nuestra familia nos rodeó con mucho amor, cariño y, sobre todo, oración. Esto fue esencial para que pudiéramos superar ese momento».
Fueron necesarios 27 días de lucha hasta que la salud de Sofía empezó a mejorar. Sus pulmones se recuperaron, sus pruebas dieron resultados normales y el 19 de febrero de 2024, Sofía recibió el alta.
Allí nos dimos cuenta de que el Dios que había comenzado la obra durante el embarazo seguía cuidando de nuestra hija y lo sigue haciendo hoy. Sofía es un milagro; es nuestro testimonio viviente. Vemos a Jesús a través de su vida. Y sabemos, sin lugar a dudas, que vino directamente de las manos de Dios a nuestra familia —testificó Sara.
La medicina puede incluso decir que es el fin. Quizás estés pasando por un problema similar, o incluso más delicado, pero recuerda que no estás solo. Y, sobre todo, la última palabra siempre la tiene Dios», concluyó.








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