top of page
Buscar

Extremistas rompen piernas a cristiano por no negar a Jesús

  • Foto del escritor: Cielos Abiertos Tu Radio
    Cielos Abiertos Tu Radio
  • 16 sept
  • 1 Min. de lectura
Peter Munyao, agricultor de 44 años, fue víctima de un violento ataque en la aldea de Witho, condado de Lamu, Kenia, donde le rompieron las piernas.. Extremistas de Al-Shabab irrumpieron en la comunidad cristiana, exigiendo que los habitantes recitaran la Shahada islámica para identificar a los no musulmanes. “El ataque vino sin aviso… tiros repentinos mientras los terroristas invadían nuestra aldea”, relató Peter.
Peter Munyao, agricultor de 44 años, fue víctima de un violento ataque en la aldea de Witho, condado de Lamu, Kenia, donde le rompieron las piernas.. Extremistas de Al-Shabab irrumpieron en la comunidad cristiana, exigiendo que los habitantes recitaran la Shahada islámica para identificar a los no musulmanes. “El ataque vino sin aviso… tiros repentinos mientras los terroristas invadían nuestra aldea”, relató Peter.

Cuando le pidieron renunciar a su fe, Peter se mantuvo firme. “Me pidieron que renunciara a mi fe, pero no pude”, declaró. En represalia, fue golpeado con palos hasta que le rompieron la pierna. Además, los atacantes incendiaron su casa y robaron sus cabras, ropa y alimentos, dejándolo sin recursos ni refugio.


Mientras su esposa e hijos lograron huir, Peter quedó solo y gravemente herido. “Perdí mi casa, mi ganado y mis herramientas agrícolas… no sabía cómo sobreviviría”, recordó. Durante días, enfrentó el dolor físico y emocional, aferrado a la esperanza de que Dios no lo había abandonado.


La organización International Christian Concern (ICC) le brindó alimentos, ropa de cama y atención médica para sanar sus piernas. “Nuestros colaboradores se sentaron con Munyao, lo escucharon, oraron y lo ayudaron a superar su profundo trauma”, informó ICC. Tras su recuperación, le regalaron una motocicleta para que pudiera trabajar como taxista y generar ingresos.


Peter considera la motocicleta como una respuesta divina. “Esta motocicleta es un símbolo de esperanza para mí y para mi familia”, afirmó. Aunque aún no puede trabajar en el campo, ahora transporta pasajeros y mercancías, lo que le permite alimentar a los suyos y reconstruir su vida con fe renovada

 
 
 

Comentarios


bottom of page